

Un submarino ruso logró descender por más de 10 mil metros en la Fosa de las Marianas en el Océano Pacífico, siendo éste el punto más profundo de la Tierra explorado hasta ahora.
“Vitiaz” , como es nombrado el vehículo submarino no tripulado y la serie de misiones, es el primer instrumento el llegar hasta este punto. El artefacto mapeo la zona y tomó fotografías y videos de esta parte del planeta inexplorada hasta ahora por el ser humano.
La Fundación para Investigaciones Avanzadas de Rusia informó que los sensores indicaron una profundidad de 10 mil 028 metros.
El 8 de mayo de 2020, a las 22:34, hora de Moscú, el vehículo submarino no tripulado autónomo ruso Vitiaz llegó al fondo de la Fosa de las Marianas. Los sensores de Vitiaz registraron una profundidad de 10,028 metros”,
destacó la fundación de acuerdo con la agencia Sputnik.
Orgullo ruso
Además de recolectar información para la investigación científica, el submarino llevó al fondo de la fosa un banderín dedicado al 75 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria contra el ejército alemán en 1945.
La misión rusa duró más de tres horas, sin contar el buceo y el regreso a la superficie. Este es el primero de los experimentos programados en el marco del proyecto “Vitiaz”.
En este ejercicio participaron navieros rusos y equipos científicos de la Academia de Ciencias de Rusia, con el apoyo de la Flota del Pacífico”.
Especificó el director de la fundación, Andréi Grigoriev, a la agencia de noticias Sputnik.
El “Vitiaz” funciona de manera absolutamente autónoma, gracias al uso de elementos de inteligencia artificial en el sistema de control del vehículo. Este robot puede sortear los obstáculos de forma independiente y encontrar una salida de un espacio limitado y resolver otros problemas intelectuales.
Asombrosa capacidad humana

Por otra parte, hay que recordar que justo el año pasado, el buzo estadounidense Víctor Vesovo logró la mayor inmersión de la historia a una profundidad. Víctor descendió casi 10 mil 927 metros en la misma fosa, una muestra de que el ser humano sigue desafiando los límites. Esta inmersión se grabó para el programa “Deep Planet”.