En Indonesia influencers son prioridad en vacunación COVID-19by Mariana Jimenez / febrero 3, 2021Un maestro de Querétaro adaptó su camioneta con el fin de trasladarse hasta comunidades aisladas que no tienen conexión a internet, por lo que no pueden tomar clases en línea, para impartir clases.
“Como teníamos este pizarrón que ya no utilizamos dije, lo vamos a aprovechar, lo vamos a poner aquí”
Salvador Olvera. Maestro
Se trata de Salvador Olvera, quien es maestro en la comunidad de San Pedro Escanela en el municipio de Pinal de Amoles, perteneciente a la Sierra Gorda de Querétaro.
Maestro realiza adaptaciones en su camioneta para dar clases
El maestro realizó adaptaciones en su camioneta de redilas para colocar un pizarrón en la parte posterior, sillas plegables, una bolsa con gises y gel antibacterial.
Esta aula rodante implementada por el maestro Salvador Olvera sirve para darle clases a sus alumnos de sexto de primaria.
“Tenemos que buscar alguna estrategia para poder apoyarlos, poder llegar a ellos, ya que aquí no contamos con los medios tecnológicos para que nuestros niños puedan tomar sus clases de manera virtual, vamos a la comunidad de Durazno Grande, más o menos son cuatro kilómetros lo que hay que recorrer”
Maestro Salvador Olvera
Salvador Olveraes director de una primaria y tiene 38 años como maestro; sin embargo, debido a la pandemia por Covid-19 y como parte de las medidas restrictivas la escuela primaria donde imparte clases tuvo que adoptar la modalidad en línea.
Como consecuencia de ello, el profesor Olvera quiso apoyar a sus alumnos de las comunidades más apartadas, pues muchos de ellos viven a una hora de distancia del plantel.
Para prevenir contagios por Covid-19, el docente Olvera señaló que sigue los protocolos sanitarios: los niños deben contar con cubrebocas y antes de iniciar las clases deben ponerse gel antibacterial en las manos.
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Medallista olímpico sobrevive entregando comidas
El medallista tiene un segundo empleo mientras se prepara para las próximas olimpiadas.
La vida se ha complicado en muchos aspectos el último año. La pandemia no solo trajo enfermedad, consigo también vino el desempleo y la lucha por sobrevivir.
En Venezuela, Rubén Limardo es un ídolo nacional por ganar una medalla de oro en esgrima en los Juegos Olímpicos de Londres del 2012.
Sin embargo, en Polonia, sobrevive haciendo entregas de comidas para Uber y se entrena para la cita del año que viene en Tokio.
Un medallista olímpico saliendo adelante
Todos los días se monta en su bicicleta y recorre la ciudad de Lodz, donde vive con su esposa y sus dos hijos, para hacer entregas de comidas, que deja en las puertas de las casas.
En Twitter se comentó que este deportista de élite se dedicaba a una segunda profesión mientras entrena.
Si estás en Lodz y pides UberEats, es posible que tu comida la entregue un campeón que decidió no rendirse jamás”,
dijo el esgrimista.
Como muchos de mis compañeros atletas, mis hermanos y yo hemos tenido también que buscar una alternativa para generar ingresos, además del deporte, tengo un segundo trabajo para ganarme la vida y mantener mi hogar”.
agregó Limardo.
Un trabajo honesto
Limardo se siente agradecido de tener un trabajo que le permite sobrevivir con su familia y que le deja tiempo para el deporte.
No hay patrocinadores ahora porque no hay competencias, pero tengo que generar ingresos para mantener a mi familia”,
declaró Limardo a la AP durante un descanso de las entregas la semana pasada.
El venezolano de 35 años, responde a llamados a su teléfono y hace unas 12 entregas diarias.
No quiere dejar el deporte, porque aún tiene sueños por delante. Limardo tiene asegurada su presencia en los juegos de Tokio por haber ganado la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Vancouver en febrero de este año. Serán sus cuartos juegos olímpicos, ya que también estuvo en los de Beijing del 2008 y de Río de Janeiro del 2016.
Te admiro mucho porque las carreras de los deportistas no siempre son fáciles. Es notable que sigas luchando para conseguir lo que te propones”,
le dijo un hombre que se identificó solo como Bartolomiej al que le hizo una entrega de McDonald’s.
Policías compran dulces a un viejito y así pueda regresar a su casa
Policías compran la canasta de dulces de un viejito para que se pueda ir a su casa.
La importancia de no juzgar a todos por igual esta vez recobra sentido. En los tiempo en que la justicia no es algo que normalmente pasa es importante ver grandes ejemplos de solidaridad y nos da esperanza y alegría poder escribir historias que te dejarán un buen sabor de boca.
Policias en acción
En el municipio de Texcoco tres policías municipales protagonizaron un video en el que le compran todos los dulces a un señor de la tercera edad para evitar que se exponga al coronavirus y así regresara a su casa.
En el vídeo de Texcoco se pude ver cómo uno de los policías es el encargado de contar los billetes que le entrega al hombre mientras otro policía coloca los dulces que vendía en una bolsa de plástico.
Tenga señor, ya váyase a su casa, nada más llévese su canasta”,
le dice el policía.
Se logra apreciar como el policía cuenta el dinero y se lo entrega al señor, todas las partes socialmente responsables usando s respectivo cubrebocas.
Después de esta loable acción los testigos les empezaron a aplaudir y agradecer por su acto de bondad. Los policías también compartieron los dulces y comenzaron a repartir entre la gente los dulces.
Ya váyase a su casa, esos ya no los venda”,
le dice el oficial antes de que el señor se encamine a casa con todos sus dulces vendidos. El señor les agradece con la mano y se dirige hacia su hogar.
La tierna historia se ha viralizado en redes en poco tiempo. No hay otra cosa que comentarios positivos y felicitaciones a los oficiales. El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landu, se mostró conmovido por los hechos.
